Las transformaciones económicas y sociales presentan desafíos que cuestionan las formas tradicionales de encarar la articulación entre la educación, formal o no formal, y el mundo del trabajo. Un gran desafío de la educación es responder a las necesidades de formación de amplios sectores de la población en condiciones de pobreza, pero señalando que la creación de puestos de trabajo y el incremento de las oportunidades de inserción laboral en ocupaciones calificantes son indispensables para que la formación les resulte útil. Múltiples programas apuntan, en América Latina, en esta dirección.