<p>Muestra como un progreso incluyente debe conjugar, en un país como México, las exigencias del cambio y las de la tradición. Informa que el carácter policultural del país amerita que no se sacrifique ningún aspecto de la gran creatividad acumulada por los mexicanos a lo largo de los siglos. Reseña como la diversidad invita a no saltar etapas, a no excluir a ningún componente de civilización, a no olvidar ninguno de los caminos de la relación entre saber, hacer y ser.