La automatización integral implica aplicar la tecnología a todos los niveles, desde la gestión a la fabricación, para ello será necesario que los avances tecnológicos en áreas como comunicaciones industriales y sistemas de información, arquitecturas de control, sensórica, robótica, identificación y trazabilidad o la interacción humano-máquina estén a disposición de las empresas y sean conocidas por ellas.