La pregunta que figura como subtítulo de su nuevo libro, ¿saberes del ocio o saberes del trabajo?, proviene de la alta estima que el autor dedica al hacer-saber, o sea, al saber precedido por el hacer, al saber del hacer. Muchos reducen el hacer-saber a meras habilidades o ejecuciones mecánicas y valorizan los saberes del saber, aquellos que van de la teoría a la práctica. Jarbas argumenta que subordinar la práctica a la teoría y habilidad al conocimiento es un equívoco, indicador de una creencia epistemológica que causa limitaciones y que debe ser superada.