<p>Desde comienzos de los años ochenta, la apertura del mercado interno brasileño permitió la renovación de inversores en ciencia y tecnología, orientadas al desarrollo económico local, regional y nacional. Una de las diversas estrategias de crecimiento fue la puesta en marcha de los polos tecnológicos, los condominios de empresas y las incubadoras de empresas de base tecnológica.