La problemática del diálogo social ocupa actualmente el centro de un vasto debate interdisciplinario. Existe consenso en abarcar con este término a todas aquellas relaciones entre actores del mundo del trabajo, que no suponen conflicto abierto: consulta, negociación, concertación, participación, etc. Este carácter relativamente difuso o polisémico de la noción vuelve imperativo un abordaje contextual, histórico-social, toda vez que se pretenda un uso operativo de la misma.