Estudio sobre trabajo doméstico en Uruguay

En junio de 2011, representantes de organizaciones de trabajadores, empleadores y gobiernos de todo el mundo, reunidos en la 100° Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, aprobaron el Convenio 189 sobre trabajo decente para trabajadoras y trabajadores domésticos, primera normativa que marca el compromiso internacional para avanzar en el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de un segmento muy numeroso de la fuerza laboral.
Casi un año más tarde, Uruguay marca un precedente a nivel mundial, al ser el primer país del mundo en ratificar este instrumento internacional. Este importante paso no es casualidad. Uruguay ha tenido significativos logros en la equiparación de los derechos laborales de las trabajadoras domésticas respecto al resto de los asalariados.
En el año 2006 Uruguay adoptó una ley sobre servicio doméstico que vino a equiparar sus derechos laborales con los del resto de los asalariados. El proyecto discutido en el parlamento había sido previamente consensuado al interior de la Comisión Tripartita de Igualdad de Oportunidades, el mecanismo de diálogo social tripartito que promueve la igualdad de género y que está por cumplir 15 años de trabajo ininterrumpido.
Uruguay es uno de los pocos países en el mundo en el cual las trabajadoras domésticas participan de la negociación colectiva. El Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas y la Liga de Amas de Casa han participado en dos rondas de negociación, logrando avances significativos, como por ejemplo un aumento salarial escalonado, que ha permitido situar el salario mínimo para trabajadoras domésticas por encima del salario mínimo nacional.
El compromiso del gobierno con los derechos laborales de las trabajadoras domésticas ha estado también detrás de las campañas de promoción de la regularización de las trabajadoras domésticas, logrando un aumento importante de la cobertura de seguridad social.
La OIT, en apoyo a sus mandantes en Uruguay ha desarrollado una serie de actividades de asistencia técnica, con el fin de fortalecer sus capacidades y promover el trabajo decente para las trabajadoras domésticas. Estas actividades se han realizado a través de una fructífera colaboración entre el Equipo de Trabajo Decente para los países del Cono Sur y el Servicio de las Condiciones de Trabajo y del Empleo (TRAVAIL) en Ginebra y con el apoyo del gobierno de Luxemburgo.
Reconociendo la importancia de generar nuevos conocimientos e indicadores que identifiquen el impacto de los cambios normativos y de las políticas públicas, se ha realizado el presente estudio. Su objetivo fue analizar los cambios que se han producido en la situación de las trabajadoras domésticas desde la adopción de la nueva ley.