Modernización laboral de la industria azucarera en México: aplicación de la metodología SIMAPRO
Consolidar, en la industria azucarera, el avance del diálogo social en la gestión por competencias, la seguridad y salud en el trabajo y bienestar social y la incorporación sistemática del enfoque de género, profundizando y extendiendo las experiencias encaminadas hacia una mejora sostenible de la productividad y de las prácticas de trabajo decente.
Empresas del sector azucarero
Se implementó en el marco del “Plan Rector para la modernización integral de la industria azucarera en su aspecto laboral”, acordado por los representantes de los trabajadores y los empresarios. En el 2007 entró en vigor el “Acuerdo para la modernización integral de la industria azucarera en su aspecto laboral”. Con el objetivo de incrementar la productividad y competitividad de la industria azucarera. Con el propósito de poner en práctica este acuerdo, los interlocutores sociales solicitaron asistencia técnica a la OIT.
Se desarrolló un programa de formación de líderes, coordinadores, facilitadores y trabajadores de 13 ingenios azucareros.
- Promoción del trabajo decente.
- Capacitación por competencias.
- Medición de la productividad.
- Contribución a la legitimación del proyecto, dada por la participación de la OIT.
- Pertinencia del proyecto.
- Diálogo social como base de la transformación productiva de la capacitación.
- Utilización de una estrategia que combina los estándares nacionales con las necesidades de cada ingenio azucarero.
Según la evaluación de marzo de 2010:
- El diseño, las estrategias y objetivos resultaron muy efectivos, sustentados por el diálogo social y aporte técnico y metodológico de la OIT.
- El proyecto ha concluido, cumpliendo con los objetivos y actividades previstas.
- Se ha contribuido a la gestión empresarial participativa y al diálogo social.
- Los 3 subcomponentes del proyecto: formación y productividad (gestión por competencias y certificación), seguridad y salud en el trabajo y bienestar y compromiso social, fueron cumplidos satisfactoriamente.
- Los trabajadores aumentaron su autoestima y competencias de comunicación; las empresas ganaron en productividad y la responsabilidad por parte del personal.
- Se capacitaron 769 trabajadores, 250 facilitadores y 73 coordinadores.
- Elaboración de un mapa funcional, y 17 Guías de Autoformación y Evaluación por Competencias (GAEC).
- Se capacitaron más personas que las que inicialmente se planificó y se elaboraron más guías que las esperadas.
- Eficiencia en la utilización de recursos.
- Amplia sostenibilidad.
